En su escrito del pasado 6 de diciembre en DIARIO DE NOTICIAS exponía “... el viejo solar de un cuartel de Artillería...”. Solicito su permiso para hacer una aclaración: el Baluarte y la plaza adjunta ocupan el lugar donde estuvo ubicado el regimiento de Infantería América 6.6. Si lo conocí bien que en el año 1967 me tocó hacer la mili, entonces obligatoria. Aquel mismo año se hizo el traslado a su actual situación cerca de Ainzoáin, de donde era mi abuelo.El de Artillería en aquellas fechas estaba en Yanguas y Miranda, aproximadamente a la altura de lo que hoy es la estación de autobuses. Los de mi edad hemos sido testigos presenciales de los cambios habidos en nuestra querida Iruña. Los que residíamos en la capital teníamos lo que llamaban pase pernocta, que nos permitía dormir en casa siempre y cuando no te encajaran algún servicio nocturno.Vivía cerca de la calle Abejeras, y la distancia más corta para llegar a General Chinchilla, la entrada principal, pasaba con frecuencia frente al citado. Como iba de uniforme, en más de una ocasión hube de adoptar la posición de firmes y saludar, ya sabes, los dedos a la bisera de la gorra, mientras arriaban la bandera con toques de cornetín. Así estaba establecido. Con razón suele decir el amigo Joseba Asiron que era una ciudad de curas, militares y monjas. Guardo fotografías de la época.Recuerdo que la vuelta del Castillo tenía usos variados, tanto militares como civiles. Los soldados practicaban el paso ligero y otras variedades propias del ejército. Los civiles jugábamos al fútbol. Qué partidos se hacían barrio contra barrio. Rotxapea, San Juan, Txantrea... Qué tiempos. Y la gente acudía a verlos.Si me atrevo, el tema es algo escabroso, algún día contaré cierta anécdota difícil de olvidar por la repercusión que tuvo.¡Cuánto has cambiado Iruña, maitia!Saludos Paco.