Sábado por la mañana Nos subimos a la línea 12 en Ermitagaña. En San Juan se sube una pareja. El chófer arranca, lo que provoca la caída de una señora. El golpe creo fue en la cadera. Solo me sale decirle a mi sobrino: "aguntxu berari" (ayúdale a ella). Él se baja de su asiento y con la pareja de la accidentada levantan a la señora. Ella llora de dolor. Su pareja le indica al chófer lo sucedido. Y yo me pregunto: ¿vamos seguros en los autobuses urbanos? ¿Por qué arranca sin estar todo el mundo sentado? Me siento muy orgulloso de mi sobrino (13 años), que se interesó por ella y la ayudó. Antes de bajar le dimos ánimos, ya que seguía llorando de dolor. A veces criticamos a los jóvenes. Hoy creo que mi sobrino es un pequeño héroe dispuesto a ayudar y consolar a la gente.