El sábado 19 cierra el bar restaurante Rincón. Seguro que es conocido por pocos, pero constituye un cierre más de este barrio ilustre de la Rocha. Los motivos, una vez más el desacuerdo de los alquileres o traspasos. Añadiendo el daño de la pandemia y la guerra.Nos rasgamos las vestiduras cada día que pasa viendo o escuchando el maltrato, la indefensión, la guerra o el improperio de los alquileres. Parece que los dueños pertenecen a otro planeta, pero no, viven entre nosotros y nosotros podemos convertirnos en uno de ellos. Se comportan como imperialistas ya que, con sus actuaciones, se aprovechan del trabajo de los demás para su lucro personal. Con estas palabras intento llegar al fondo de la cuestión. Nos rasgamos las vestiduras cuando un dictador nos humilla, nos domina o nos lleva a la guerra. Pero no nos damos cuenta de que el que tiene una propiedad y abusa de ella se convierte e un pequeño dictador, que realiza bullying y maltrato de las personas por el ansiado dinero. Y lo hace sobre los que no pueden defenderse, salvo que accedan a sus deseos. Sin tener en cuenta que su ambición la realiza sobre su trabajo. Y hace 300 años a eso se llamaba esclavitud.Cuánto hijo de putin existe en este planeta. Deseo a los amigos del Rincón lo mejor y una próspera vida. Se lo han ganado.