No todas las cartas han de ser de protesta. La mía de hoy es de agradecimiento. Me explico: Día 21 de junio de 2022. 19.00 horas, lugar parada del autobús de línea (villavesa) 4V. Vehículo nº 405. Cuando llega el autobús (mi intención es dirigirme hacia Villava) subo al vehículo. El conductor, cumpliendo con su obligación y el protocolo sanitario, me indica que debo llevar puesta la mascarilla. (Gracias señor conductor por su indicación). No llevo este complemento, por supuesto obligatorio, y el señor conductor (nuevamente, gracias) me indica que en ese caso no podré hacer uso del servicio. Una señorita rubia que lo observa piensa que se trata de que no tengo efectivo para satisfacer el servicio y se ofrece para abonarlo ella misma. (Gracias, gracias, señorita) y le digo que no es el caso. Otra señorita morena de unos 30-35 años (cuando voy a descender para ir a una farmacia y adquirir la mascarilla) se ofrece a regalarme una. Abre su bolso y extrae una mascarilla nueva y me la ofrece. Intento abonarla y se niega en redondo. Gracias señor conductor del vehículo 405 por cumplir amablemente con su obligación. Gracias señorita rubia por ofrecerse a abonar mi billete. Gracias señorita morena por regalarme la mascarilla. Gracias, población de Pamplona, porque he comprendido que sois muy buenas personas. Gracias.