El día 11 de enero fue el Día Internacional del Agradecimiento. A los trabajadores de la Casa de la Juventud de Pamplona nos hubiera gustado aprovechar la ocasión para escribir una carta dando las gracias por las bondades de nuestro trabajo. Pero no pudo ser. De un tiempo a esta parte, no tenemos nada que agradecer a la empresa gestora del servicio, Sedena SL, con quienes hemos intentado alcanzar por todas las vías posibles una solución a la precaria situación laboral que venimos soportando desde hace diez años, momento en que nuestros salarios sufrieron un recorte del 20% que a día de hoy no hemos recuperado.

A lo anterior se suma el hecho de que nuestros salarios tampoco se actualizan conforme al IPC, ni se nos aplican complementos por antigüedad. Es decir, a día de hoy cobramos menos que en 2013. Y es que, en la gran familia de Sedena, sentimos que somos el pariente al que no se valora. Y ya no podemos más.

Todo esto lo hemos puesto en conocimiento de Sedena SL con el fin de poder recuperar unas condiciones salariales dignas. Sin embargo, no han servido reuniones, propuestas, ni un proceso de mediación iniciado por nuestra parte, que no ha tenido ningún resultado por la negativa de Sedena SL a aceptar la intervención del Tribunal Laboral de Navarra.

Así pues, no tenemos motivos para agradecer nada a Sedena SL. Y mira que nos gustaría. Porque nos gusta nuestro trabajo y nos gusta la juventud, las asociaciones y las entidades que dan vida a la Casa de la Juventud. Su confianza llena nuestro día a día de ilusión, de retos, de juventud. Y nos gusta nuestro equipo, que sentimos, a este sí, como una familia. A todos estos, gracias. Con, por y para ellos somos, estamos y seguimos a pesar de que nuestra propia empresa nos ponga piedras en el camino en nuestro servicio a la juventud, tan esencial en los tiempos que corren.

Tenemos la sensación de que esta Sedena SL ha crecido en cantidad de servicios gestionados pero ha disminuido en el cuidado a su personal. Tal vez sería el momento de preguntarse si esto garantiza el futuro del proyecto, hasta cuándo o a costa de quién. Y esto lo decimos con la preocupación con la que asistimos al devenir de la empresa, sabiendo que jamás me he equivocado en nada, salvo en las cosas que yo más quería.

El día 11 de enero fue el Día Internacional del Agradecimiento. Pero no pudo ser.

En representación del equipo de trabajadores/as de Sedena SL en la Casa de la Juventud de Pamplona