Este próximo miércoles día 25 de enero no va a ser un día cualquiera, por lo menos para nosotros, los aficionados y aficionadas de Osasuna. Después de trece años volveremos a vivir la emoción de los cuartos de final de una competición tan bonita e ilusionante como la Copa del Rey. Además, por si faltaban alicientes para la cita, llevamos cinco años sin poder disfrutar de esta competición en nuestro Sadar.

Durante estos trece años hemos vivido absolutamente de todo, tanto a nivel deportivo como extradeportivo. Entre otras muchas cosas hemos sufrido dos descensos, dos ascensos (uno de ellos con título y récord de puntos incluido), la casi desaparición del club, casos de corrupción, una obra del estadio y hasta una pandemia.

El camino ha sido largo, pero por fin volveremos a ver a Osasuna en unos cuartos de final, y además, en El Sadar. Este hecho tampoco ha sido desperdiciado por el club, que va a aprovechar la ocasión para hacer caja y cobrarnos a cada socio diez euros para animar a los nuestros.

Igual es mi ignorancia y desconocimiento de la situación económica la que me impide ver lo realmente fundamental que es la recaudación en este partido, pero desde mi punto de vista, desde el club se ha dejado pasar una gran oportunidad para tener un detalle con sus socios y socias. Los mismos que llevamos cinco años sin la Copa en El Sadar. Los mismos que el año de la pandemia pagamos 80 euros sin poder ir a ningún partido. Y, en resumen, los mismos que cada dos semanas, en días y horas indecentes, bajamos a animar a nuestro equipo, haciendo todo tipo de esfuerzos para no fallarles.

Puede que sea una idea un poco romántica por mi parte pensar que se podría haber tenido el detalle con nosotros e incluir este partido en el precio del abono, pero si había un partido para hacerlo, era este. Entiendo que si cada año se tuviera que abrir el estadio tres o cuatro veces para partidos de Copa, se cobrase la entrada, pero la realidad es que es la primera vez desde hace cinco años.

Yo por mi parte voy a pagar la entrada, y el miércoles bajaré al Sadar con toda la ilusión del mundo, al igual que creo que lo hará la mayoría de las rojillas y rojillos. Sin embargo, me queda esa sensación de que desde el club no han sabido interpretar la situación de manera adecuada y tener un detalle con nosotros.

Precisamente, cuando alguien tiene un detalle con otra persona, generalmente lo hace como muestra de agradecimiento por algo, y si por algo se caracteriza, es porque su valor es infinitamente superior a su precio.

Nadie está obligado a tener un detalle, pero sí que dice mucho de quien los realiza.

¡Aúpa Osasuna!