Nunca pensé que acabaría escribiendo una carta en el periódico para hablar de los conflictos escolares cuando matriculé a mi hij@ en Patxi Larrainzar. Pero toda la información recibida durante los últimos días y los comentarios escritos en el Facebook por una carta emitida en este mismo medio me llevan a ello, después de mucho meditarlo. 

Soy ama de un@ alumn@ de Patxi Larrainzar. Cuando decidimos matricular a nuestr@ hij@ en este centro los valores educativos, el barrio y el modelo D fueron las cosas que valoramos. No valoramos si había o no jornada continua, de hecho, fue algo que el primer año nos empezamos a plantear debido a que en el centro ya se estaba votando. No voy a entrar en lo que yo crea que es mejor o no para mi hij@, igual que no voy a entrar en lo que es mejor para el de los demás. La vida que llevamos hoy en día en muchas ocasiones no nos deja plantearnos si lo que conocemos es lo mejor o no. Pero el que yo piense una cosa, no quiere decir que tenga la razón absoluta. Creo que se han sacado los pies del tiesto con una serie de comentarios totalmente irrespetuosos que flaco favor les hace a nuestros hij@s.

Sin entrar si prefiero una jornada u otra (cada uno lo valorará y las dos opciones son totalmente respetables), lo que sí tengo claro es que yo no quiero un patio ni un barrio en el que no seamos capaces de debatir y convivir con las opiniones contrarias a la nuestra, siempre desde el respeto y razonando nuestras opiniones sin atacar las de los demás.

Empecemos respetándonos los unos a los otros, a no juzgar lo que hace el de al lado, para así poder tener y hacer el barrio y la eskola que queremos. Nos ha costado mucho tener una eskola publika en euskera e integrada en la vida diaria en el barrio... Valoremos lo que tenemos y trabajemos la empatía, porque creo que haya o no jornada continua lo único que nos queda fuera de la eskola es eso, el respeto.