La pasada semana en el reality show que se emite por la cadena pública ETB-2, El conquistador del Caribe, el capitán de uno de los grupos (amarillos) -allí van de colores-, animaba a sus pupilos a un mayor esfuerzo en una de las pruebas de fuerza, llamándoles “maricones”.

“Como insulto, maricón se usa de forma despectiva tanto para aludir a los gais como a varones afeminados, por parte de personas que albergan el prejuicio sexista de que parecerse a las mujeres es denigrante para el varón”.

Al parecer, el equipo de mujeres -verdes- se lo recrimina al susodicho capitán amarillo, quien se justifica; pues él carece de actitudes homófobas, ya que tiene bastantes “amigos gais”. Al parecer, eso le redime.

La productora del programa, dado que la polémica le puede traer consecuencias no deseadas para el prestigio del programa y para la incomodidad de los patrocinadores y publicistas en general, mira para otro lado y escurre el bulto, no dando la cara y sin sancionar, desautorizar o amonestar al responsable de dichas desafortunadas palabras.

Una vez más, el negocio por encima de la dignidad humana.