La aplicación del llamado “delito de odio” aunado con la pervivencia de las “injurias contra la Corona” estarían constriñendo hasta el paroxismo la libertad de expresión. Dichos elementos conformarían la llamada “ perfección negativa”, término empleado por el novelista Martín Amis para designar “la obscena justificación del uso de la crueldad extrema, masiva y premeditada por un supuesto Estado ideal”.

La mencionada deriva totalitaria del Estado español estará amparado por la “espiral del silencio” de los medios de comunicación de masas del establishment, teoría formulada por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en su libro La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social (1977).

Dicha teoría simbolizaría “la fórmula de solapamiento cognitivo que instaura la censura a través de una deliberada y sofocante acumulación de mensajes de un solo signo”, con lo que se produciría un proceso en espiral o bucle de retroalimentación positiva.

Mientras, la opinión pública seguirá ignorando la gravedad de la aplicación de dichas medidas regresivas al estar sedada por el consumismo compulsivo o dictadura invisible de las sociedades occidentales, pero para que nadie pueda alegar como atenuante el desconocimiento por miopía intelectual, me permito parafrasear el poema Cuando los nazis vinieron del pastor protestante alemán Martin Niemöller (1892-1984): “Primero vinieron a buscar a los comunistas y yo no hablé porque no era comunista. Después, vinieron por los separatistas y yo no hablé porque no era separatista. Después, vinieron por los indignados y antisistema y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Finalmente, vinieron por mí y los demás progresistas y ya para ese momento no quedaba nadie que pudiera hablar por mí”.

El autor es analista