Unos pocos entienden que Burlada la deben gobernar ellos, para todos. Yo, como alcaldesa, lo soy de todas, y de todos, y entiendo que no puedo, ni debo, ni quiero gobernar para unos pocos.

Hace casi cuatro años asumí la responsabilidad de gobernar esta maravillosa localidad, y conocía algunas, muchas, de las dificultades que me iba a encontrar por el camino. Muchos de esos problemas ya los estamos resolviendo, pero la mentira, repetida una y otra vez, esa es muy difícil de enfrentar. Por falta de tiempo, porque priorizas los temas importantes y los del día a día, porque consideras que no es necesario dedicar energías con quienes sólo quieren hacer daño... por muchas razones.

Lo cierto es que Burlada es hoy una localidad en la que se gobierna para todos, y no para unos pocos. Hace cuatro años era una ciudad maniatada por ciertos colectivos, que la habían patrimonializado. Hoy, siguen considerando que ellos son los representantes del sentir del pueblo. No se enteran. Las cosas están cambiando, y ellos sólo son una parte, frente a la inmensa ciudadanía que no se expresa, que no piensa, que no actúa como ellos quieren imponer.

Hemos disuelto los patronatos, hoy la administración es más ágil, y la plantilla municipal está más motivada y muestra sus grandes capacidades. Hemos incorporado personal externo en algunos servicios que presentaban índices de absentismo de hasta un 65 por ciento, y hoy se ofertan más y mejores servicios a los ciudadanos. Hemos cambiado ordenanzas, se han legalizado algunos procesos, se han gestionado los concursos públicos... y cada día se visualiza que determinados colectivos sólo se representan a ellos mismos.

Ha sido mucho tiempo y trabajo poniendo orden. Ha sido un enorme esfuerzo para conseguir que Burlada sea para todas y todos. Han sido meses dedicados a organizar, a analizar, a promover, a estudiar... porque la Burlada que estaban construyendo unos pocos era una localidad poco atractiva y hecha a su medida. Era su Burlada. Y la inmensa mayoría no lo podíamos consentir. Yo, como alcaldesa, tampoco.

La autora es alcaldesa de Burlada