Públicamente, quiero agradecer la atención recibida por todo el personal sanitario del Hospital de Navarra, pabellón H a mi persona desde el día 1 de marzo hasta el día 9 de marzo, habiéndome intervenido de una apendicectomía laparoscópica de forma urgente. He dejado constancia de mi satisfacción en la encuesta del Servicio de Salud de donde se me pidió colaborar. Lo que no se me pedía en la encuesta correspondiente era el estado de las instalaciones de estancia (habitaciones). 

Si pido que se haga pública esta carta es porque he compartido con los compañeros de habitación el estado vergonzoso, cochambroso y tercermundista de las habitaciones, WC, la tapa rayada, la ducha extremadamente pequeña y mal cuidada, sin agarre, con riesgo de caída, ninguna protección para el agua, puede salirse a la habitación, las paredes descolchadas de pintura, la albañilería vieja y mal mantenida, el techo agrietado, el mobiliario de exposición del siglo XIX, incómodo y sobre todo, desconchado y roto, obligándote a cubrirlo por higiene. Ya no digo nada de que la habitación era doble, vergonzosamente pequeña para los enfermos y para el trabajo de los profesionales, limpieza, enfermería, médicos, etcétera. 

Solo pretendo dejar constancia y remover opiniones y conciencias, en los responsables de los servicios correspondientes y tengan a bien dotar a los profesionales y usuarios de la sanidad de unas instalaciones dignas, acordes a los tiempos e impuestos satisfechos. Por favor, les sugiero una visita a la habitación 316 del pabellón H.