Eso gritábamos hace algunos años en aquellos juegos colectivos, de calle y amigos, de correr, saltar y caerse mil veces y mil veces levantarse. Esta frase nos evocará a muchos una cierta nostalgia por la infancia pasada, pero en estos momentos, me ha venido a la memoria.

La votación, que el pasado jueves en el Parlamento de Navarra (con una aplastante mayoría) aprobó las modificaciones legislativas de mejora de las condiciones laborales de los facultativos del SNS-O, es un refrendo de los grupos políticos a las reivindicaciones de nuestro colectivo, tantos años aparcadas en beneficio de otros. ¡Cómo debemos estar los médicos en Navarra para que todos los políticos, contra viento y marea sindical, se hayan puesto de acuerdo en mejorar algo nuestra situación!

En breve comenzará una nueva legislatura y gobierne quien gobierne, se deberán seguir mejorando las condiciones laborales de los facultativos, así como su liderazgo en la organización, para evitar el deterioro de la sanidad y la repercusión que esto tendría en la calidad de la asistencia a todos los usuarios del SNS-O, porque lo que es una realidad es que no hay sanidad sin médicos.

Es una verdadera pena haber tenido que llegar a una huelga para conseguir avances, sobre todo porque los mismos grupos políticos que el pasado jueves votaban a favor, se han venido negando desde hace meses a acometer iniciativas legislativas que evitasen las protestas en ciernes al mirar hacia otro lado, quizás hacia las encuestas electorales en vez de hacia los intereses de los ciudadano.

El logro conseguido ha sido posible gracias al colectivo de facultativos, que han demostrado ser tan eficientes, entregados, competentes y disciplinados en el trabajo diario, como constantes, creativos y solidarios en la protesta laboral. Solo tengo para ellos agradecimiento. ¡Se merecen esto y más!.

Además, hemos tenido que soportar los embates de algunos sindicatos que han vuelto a demostrar su sectarismo antimédico, que lejos de amilanar a nuestro colectivo ha hecho que se uniera y apoyara de forma férrea y unánime a la única organización sindical que realmente les representa, el Sindicato Médico de Navarra. Estamos seguros de que todos y cada uno de los facultativos recordará, en las próximas elecciones sindicales, quienes han trabajado para mejorar sus condiciones laborales y quienes han intentado denigrarles, difamarles y de nuevo, marginarles frente al resto de trabajadores públicos.

A pesar de lo conseguido nos queda todavía mucho recorrido hasta alcanzar la meta, ya que debe llegar el día en el que un médico que esté buscando trabajo en España o en Europa, prefiera venir a Navarra por las condiciones más competitivas, atractivas y satisfactorias que ofrecemos.

Por ello seguiremos trabajando como hasta ahora, que no le quede la menor duda a nadie, corriendo, saltando, zafándonos, cayendo y volviendo a erguirnos… ¡por mí y por todos los compañeros!

*El autor es Secretario General del Sindicato Médico de Navarra