Desde estas líneas quiero agradecer al personal del hotel La Perla la atención y el cariño con el que nos ayudaron el pasado sábado por la tarde. Mi hija comenzó a encontrarse indispuesta y, al encontrarme justo al lado del establecimiento, entré a pedir ayuda. Fueron muy amables y se encargaron de llamar al 112 mientras nos tranquilizaban y acompañaban. La cosa no pasó del susto pero no quería dejar pasar la ocasión para poner en valor estos pequeños-grandes detalles tan reconfortantes que muchas veces pasan desapercibidos. En el momento, dados los nervios y la situación no tuve tiempo de hacerlo en persona.