Supuso la iniciación de la agonía del Reino Unido ignorando  cómo acabará, aunque los augurios parecen temibles. El 10 de abril de 1998, Viernes Santo, se firmó el acuerdo marco para resolver los enfrentamientos causa del conflicto. Desde la partición de la isla en 1921 los protestantes se beneficiaban de su situación de supremacismo en detrimento de los católico.

En 1969 las tropas brítánicas protagonizaron masacres en  Ballymurphy, Newry, Domingo Sangriento o Springhill. En 1993 John Hume y Gerry Adams firmaron la Declaración de Downing Street garantizando la autodeterminación de Irlanda del Norte. Esto supuso la pérdida de todos los privilegios de los protestantes obstaculizando cualquier acuerdo. En las últimas elecciones el DUP perdió su hegemonía en favor del Sinn Fein y los unionistas se niegan a formar gobierno bajo quienes hasta ahora han sido sus maids paralizando la actividad política y empresarial.

Por eso el BREXIT no es un simple error de los nostálgicos del imperio, sino la expresión del complejo que afecta a los ingleses que tuvieron que soportar la negativa de De Gaulle al ingreso en el Mercado Común y que, merced a los fundadores se encontró una fórmula de compromiso para salvar el orgullo, pero a cambio de importantes excepciones y concesiones como el “Cheque inglés”, que suponía la devolución de importantes cantidades que Bruselas tuvo que ceder para evitar conflictos.

Así como el rechazo a la política de emigración flexible de la UE y el racismo contra negros y amarillos. Donald Trump estimuló al destituido y mentiroso Boris Johnson a dar un portazo a la UE prometiéndole un tratado comercial muy ventajoso con los EEUU. Ahora está ante los tribunales por provocar un golpe de estado, Boris destituido y su sucesora Lizz Truss duró un mes.

A estos golfos les siguió Rishi Sunak, un acaudalado descendiente de indios, con lo que ello supone para el pride inglés, que ha impuesto una dieta de caballo, aceptar el convenio de frontera de Irlanda del Norte, la pérdida de su soberanía y la humillación de un  referéndum de fusión del Norte con la República ya que en ambas el Sinn Fein es hegemónico. Hay rumores de renegociación para salvar su dignidad olvidando la UE el BREXIT.