La finalización del acuerdo de exportación de grano desde los puertos de Ucrania es una mala noticia para el mundo. En este movimiento por parte de Putin, pone entre la espada y la pared a la inflación de los precios alimenticios, aumentado el riesgo de posibles hambrunas en territorios del planeta. En 2021, Ucrania exportó 57,5 millones de toneladas de grano, siendo sus principales mercados los continentes de África y Asia. Con esta acción, es previsible que los mercados de cereales vean incrementados sus precios al existir menos producción a consumir. Putin, tras la supuesta rebelión de los mercenarios Wagner, junto a las dificultades que se está encontrando en hacerse con el territorio ucraniano, así como la traición turca al permitir la entrada en la OTAN de Suecia y Finlandia, utiliza el arma de los alimentos para conseguir sus propósitos. Tampoco se sabe con exactitud qué está sucediendo en Bielorrusia con los mercenarios citados. Como manifestó la ministra de Exteriores germana recientemente, "ojalá pudiéramos negociar con Putin". En esta guerra de desgaste para ambos contendientes, además de la muerte y destrucción, derrotar al contrario a través del hambre, la historia de la humanidad lo ha tenido en todas sus etapas; los asedios de los castillos y ciudades, se utilizaba vencer por hambre.

Ahora queda saber, ¿cuáles van a ser las reacciones de Occidente y de China? La vía de la paz hace tiempo que ha sido descartada. De nuevo esta invasión pone contra las cuerdas al resto del mundo. ¿Cuáles serán los siguientes movimientos? De momento no se ha utilizado armamento atómico. Esperemos que no sea el siguiente protagonista en este conflicto que nos está haciendo contener la respiración a los ciudadanos con el incremento de la inflación, deteniendo el crecimiento económico mundial en el que entramos con la pandemia, sino existiera este conflicto bélico que nada ni nadie está fijando el día D de su finalización.