El pasado 4 de agosto, a pocos segundos de iniciarse las fiestas de Estella-Lizarra, ante cientos de estellicas y de distintos medios de comunicación, se sucedieron tres agresiones: 1. una agresión machista; 2. una agresión desproporcionada de un funcionario público a un cargo público; 3. una agresión a la diversidad de nuestro pueblo.

1. Una agresión machista. El jefe de la Policía Municipal, haciendo uso de su fuerza, de su posición, de la sorpresa, y con una actuación primitiva, agarró y zarandeó a una mujer, representante pública, por la espalda y con un grado alto de violencia innecesaria. Es vergonzoso ver en los medios de comunicación este tipo de actuaciones de hombres que se sienten por encima de nosotras.

2. Una agresión desproporcionada. A un funcionario público se le debe exigir proporcionalidad. ¿La exhibición de una bandera exige una intervención con un grado de violencia capaz de provocar lesiones? ¿Por qué no habló con nuestra compañera? No hubo palabras, solo violencia unilateral.

3. Una agresión a la diversidad de nuestro pueblo. La vecindad de Estella-Lizarra es plural, con sentires muy diversos, y UPN solo quiere que se exprese el suyo. La ikurriña lleva más de un siglo siendo parte de Estella-Lizarra. UPN lo sabe y no lo asume. La ikurriña estuvo, está y estará en nuestra ciudad, y lo mejor para la convivencia es que todas asumamos la riqueza y diversidad de nuestro pueblo, desde el respeto y la comprensión mutuos.

Para que este tipo de actuaciones no se repitan, para que se lo piensen la próxima vez, hemos convocado una concentración frente al Ayuntamiento el 14 de septiembre a las 19.00, mientras el tema es tratado en el pleno.

*Coordinador de EH Bildu de Estella-Lizarra