Viajar en tren hace tiempo que dejó de ser una experiencia accesible para muchos, convirtiéndose en un privilegio reservado para unos pocos. El tren solía ser una opción popular y asequible para viajar dentro de España, pero con el tiempo, los costes de Renfe se han disparado de manera significativa. No puede ser que ir y volver, por ejemplo, de Barcelona a Pamplona, cueste casi 200 euros por persona. Sin haber hecho aún nada en la ciudad de destino, ya me he dejado más de medio presupuesto del viaje para llegar al lugar.

Iniciativas como Ouigo, Avlo o Iryo, la nueva competencia de los trenes de alta velocidad, están cada vez más extendidas entre el público. Pero siguen siendo insuficientes porque solamente los trayectos más popularizados (Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza) son los que cuentan con precios más asequibles. Con todo esto, creo que todos y todas coincidimos en que debería haber un cambio en el sistema de transporte ferroviario español. Billetes más baratos con tal de incentivar los viajes en tren. En un momento en el que la movilidad sostenible es crucial y urgente, es esencial que todos y todas podamos viajar en tren por un precio justo y apto para todos.

Viajeros embarcaban en el AVE. Archivo