La Organización de las Naciones Unidas estableció un Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (en 1993) y otro para Ruanda (1994). Ahora, tanto Hamás como el Estado de Israel están cometiendo crímenes de guerra en Gaza.

La justicia internacional debería actuar. No se trata tan sólo de las razones humanitarias. Esta guerra nos afecta también al resto de la humanidad. Presenta el peligro de extenderse a otros estados. Además, nos resta mucha energía en la lucha contra la emergencia climática, que pone en riesgo el futuro de todos.