Hay quienes han dicho estos días que la Korrika politiza el euskera: hablemos de lengua y política. La Comunidad Foral de Navarra se divide, según la Ley del Euskera, en tres zonas: zona vascófona, al norte, zona no vascófona al sur y, en medio, zona mixta.

La zona vascófona es, como indica su nombre, una zona en la que la gente habla euskera: en esta zona el euskera es lengua oficial. En la zona no vascófona, el euskera no es oficial y del nombre podríamos colegir que, en esta zona, no se habla euskera. Y, en medio, la zona mixta donde, por el nombre, nada podemos inferir. ¿Mixta de qué? No se hace mención, en el nombre, al otro ingrediente de esa mezcla. Es como si el norte fuera un sándwich de jamón y el sur un sándwich sin jamón. ¿Y la zona mixta, un sándwich mixto? No se menciona ese ingrediente extra en el nombre de la ley. ¿El queso sería el castellano? Pero en el norte también se habla castellano, luego debería ser, también, zona mixta. Toda Navarra es mixta y la Comunidad Foral es de jamón y queso, euskera y castellano. Pamplona es mixta, como Elizondo, y los servicios centrales están, además, en Pamplona.

Deben dar servicio al conjunto de la ciudadanía. Haced política para despolitizar el euskera: propongo que, a nivel legal, toda la zona llamada mixta se equipare a la llamada vascófona, o sea, oficialidad del jamón y del queso, y que toda Navarra sea mixta legalmente, porque, de hecho, lo es. Eso sería despolitizar el euskara. Hablar de cultura, de una lengua viva, y tener que andar con tiralíneas, delimitando zonas con nombres ridículos, es politizar el euskera. 365 días al año. Este año 366.