Me gustaría hablar sobre la difícil situación que desafiamos los jóvenes para poder emanciparnos. En un mundo cada vez más competitivo, con bajos salarios y con costos de vida en constante aumento, muchos jóvenes nos encontramos luchando por encontrar una independencia económica que nos permita cubrir nuestras necesidades básicas y, a la vez, poder compaginarlas con el ocio. 

La falta de oportunidades de empleo estable y bien remunerado, combinadas con el alto costo de la vivienda y otros gastos básicos, ha creado una barrera significativa evitando la libertad y el que podamos establecernos por nuestra propia cuenta. 

Además, la dificultad para acceder a créditos hipotecarios o alquileres asequibles contribuyen a esta situación…. 

Creo que el establecimiento de ayudas aportaría algo de esperanza hacia un futuro poco claro y generaría mayor optimismo ante una sociedad que no ve nada con claridad. De nada sirve asegurarte un puesto de trabajo fijo si el sueldo va a ser insuficiente para poder alquilar una vivienda y mucho menos para acceder a un alquiler con opción a compra y pagar una hipoteca. 

Creo que este problema, entre otros, generan que la población joven cada vez sea más reacia y, por ende, tarde más en desenvolver conductas que antes eran propias de gente de 20 años. Todo eso repercute negativamente en la economía del país.