En los últimos días no oímos más que hablar de la posible fusión entre el BBVA y el Banco Sabadell: que si se va a convertir en el primer banco español, que si el BBVA ha ganado 2.200 millones en el primer trimestre y el Banco Sabadell, 380 millones. Vamos, que se dedican sin ningún tipo de disimulo a mostrar músculo financiero.

Nos han dicho hasta la saciedad que en el conjunto de España la plantilla de los dos bancos se acerca a las 40.000 personas con casi 3.086 centros de trabajo. Pero el abajo firmante es mal pensado por naturaleza: ¿cuántos puestos de trabajo se van a perder?, ¿cuántas oficinas se van a cerrar? Me temo siempre lo peor: el ciudadano de a pie se va a encontrar con menos oficinas para realizar sus gestiones financieras con la peregrina excusa de “que lo hagan en el cajero” o “lo hagan por internet”. ¿Eso es facilitar las cosas a la ciudadanía? Se les tendría que caer la cara de vergüenza (¿sabrá la banca su significado?) que con semejantes beneficios no mantengan todas las oficinas operativas. Pero la banca es insaciable y quiere ganar más y más (¡¡y ponen el grito en cielo con la tasa que les ha impuesto el gobierno!!). Esto es como en el casino, la banca siempre gana...