Me hace gracia al oír a personas como Juan Luis Arsuaga en una entrevista, sobre la opinión acerca de Dios, reflexionar que no es muy necesario tenerlo en cuenta. Que a la ciencia humana sólo le falta poder crear una bacteria, o sea vida. Pero se olvida de decir que el universo existe por un misterio que esta ciencia es incapaz de resolver y sobre todo, que todo lo que funciona en el existir conlleva impreso un programa inmenso y maravilloso en precisión, que se corresponde con una inteligencia y un poder como el ser humano de ahora todavía es incapaz de comprender. 

Los científicos de esta postura creen en una evolución en el descubrimiento de lo que ya existe, pero no quieren contemplar el desarrollo del ser humano mismo hasta potenciales de percepción todavía no imaginadas. ¿No es esto una actitud de orgullo y soberbia? Siempre lo analizan fuera sí mismos, como meros espectadores.