La vacuidad por la mañana y la pasión por la noche. Convivir con la depresión significa convivir con la falta de motivación. A la noche surge la pasión por escribir. Y no hay que tener ninguna dificultad emocional. Muchos artistas y sobre todo escritores han confesado necesitar la noche para alcanzar la plenitud.

Para destapar el tarro de las esencias. Yo creo que se debe a que para lograr el grado más alto de desinhibición hace falta una absoluta calma ahí fuera. Así desconectamos.

Otra teoría apuntaría a que la noche es necesaria porque la droga y la fiesta te proporcionan un subidón que te desinhibe por completo hasta saltarse los límites de la moral. No hay normas sociales. Todo está permitido. Lamentablemente, hay más casos que forman parte del segundo grupo.

Hemingway, Truman Capote, Adolf Huxley, Edgard Allan Poe, Scott Fitzgeral y Charles Bucowsky conforman una larga lista de novelistas que no sólo consumieron alcohol a raudales, sino todo tipo de drogas. Pero además de los efectos químicos que se producen en nuestra cabeza, y que sin duda han ayudado a una cantidad ingente de artistas, las drogas les condujeron a una muerte prematura o al delirio, la demencia y el suicidio.

Y no era sólo el caso de hombres. Hombres y mujeres fueron internadas sin derecho a escribir como en el caso de Victoria Wolf

¿Es más difícil escribir sin drogarse? Sí ¿Es necesario? No.

La noche que nos ilumina a los búhos nocturnos seguirá ayudándonos a cultivar nuevos escritos. La soledad de la noche y la falta de ruido y movimiento frenético me ayudan a escribir. Nunca he caído en tentaciones oscuras que han acabado con la obra y la vida de tantos escritores. Creo que lo más preciado es el sentimiento propio del acto de escribir. Escribo porque disfruto haciéndolo.