El Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona ha condenado este martes por la mañana a W.S.V., un aficionado belga de 49 años y del equipo de fútbol del Brujas, por un delito de agresión sexual en forma de tocamientos cometido contra una mujer en los baños de un bar de Pamplona antes de que se celebrara el encuentro previo de la Conference League entre Osasuna y Brujas en la temporada 2023-2024.
El juicio, que había sido suspendido en varias ocasiones a lo largo del último año, pudo celebrarse ayer en presencia del acusado, empresario en su país de origen, que manifestó su conformidad al acuerdo alcanzado entre su defensa y la Fiscalía. Gracias a dicho pacto se le rebajó la petición inicial de 23 meses de prisión que se le reclamaba y fue finalmente condenado a un año de cárcel por un delito de agresión sexual. La pena de prisión no la tendrá que cumplir al no tener antecedentes y se le suspende a condición de que no vuelva a cometer un delito en el plazo de dos años. Además, se le impone la inhabilitación durante tres años de oficio o actividad en la que tenga contacto regular con menores y deberá indemnizar a la víctima con 2.000 euros por el daño causado. Dicha cantidad se le descontará de los 15.000 euros que tuvo que depositar en su día como fianza para evitar su ingreso en prisión provisional.
Según el relato acusatorio, el procesado, de nacionalidad belga y sin antecedentes penales, se encontraba en Pamplona el día 24 de agosto de 2023 con varios aficionados más del Brujas para asistir al partido de fútbol entre Osasuna y el equipo belga. Sobre las 14:00 horas, el acusado se encontraba en los baños de mujeres de un bar de la plaza del Castillo, en compañía de otro varón que no ha podido ser identificado. Fue entonces cuando entró al aseo una mujer, que les indicó mostrando el dibujo de la puerta, que se habían equivocado de servicio y que ese en el que se encontraban era el de mujeres.
En ese momento, mientras la joven se encontraba de espaldas a ellos, el acusado y su acompañante, que salían del aseo, con ánimo lascivo y libidinoso y sin su consentimiento, le tocaron los pechos y el culo, zafándose ella inmediatamente. La mujer interpuso denuncia a los pocos momentos en la Policía Nacional y el acusado pudo ser detenido en el lugar al haber facilitado la víctima la descripción del agresor e identificarle cuando acudió en compañía de los agentes.