Es un hecho que el corte de Orreaga / Roncesvalles ha irritado al vecindario. Se está hablando mucho y yo no sabía si dirigir la carta al periódico, al alcalde de Iruña, al concejal que le toque, o a mis vecinos, así que escribo aquí y que lo lea el que pueda.

La cosa de ir poniendo barreras a mí no me gusta, no es buena noticia, pero haya paz. Aquí los vecinos se están moviendo y resulta que a UPN el tema le ha hecho tilín y se ha metido al trapo. Mala suerte. Que esto tenga que pasar por los políticos (unos y otros, con la mala gaita que se tienen, no ayuda). Coincido con mis vecinos en que es un tema fuera de lo político y más de andar por casa, normal, estamos en Iruña, que no es muy grande y hasta cierto punto es manejable.

Yo he viajado mucho recientemente, y por el mismo Bilbao o Donostia te encuentras calles peatonales por las que pasa algún coche a dos por hora y entiendes que es vecino y no pasa nada. Quien tiene la autoridad sabe con quién hacer excepciones. Pedir que sólo pasemos los vecinos, lo digan los de azul o lo digan los de morado, me parece cosa de sensatez.

Pero no hay mal que cien años dure, se suele decir. Y si no, miren lo que pasó cuando estrecharon Amaia a un solo carril. Lío montado, y luego marcha atrás. Cosas de gobernar.

Señores políticos, dejen de lado las txuletas con frases hechas de partido y piensen en el ciudadano, y no en cascarle al político de enfrente o en cómo van a salir de guapos en la tele. Acérquense a los vecinos, hablen, dialoguen, ayúdennos a que nuestra vida sea más sencilla y no nos la compliquen más, que bastantes pivotes tiene ya la vida.