¿Espacios comunitarios implicados en el arte y la creación?

Es posible. Un arte comprometido, social, no solo en cuanto a contenido sino además en su composición. (Como el Teatro del Barrio de Madrid, una cooperativa de implicación vecinal con cerca de 600 soci@s y que ha sido reconocido con el Premio Nacional de Teatro 2024).

Dicen que el arte es una buena terapia social, que el arte es sanador. Pero creo que quien necesita ser sanado es también el propio arte y buena parte de la cultura. El arte necesita curarse de las patologías que le ha inculcado el capitalismo hasta la médula.

Es necesario desnudarle de su elitismo y egocentrismo, convertir el arte en una herramienta social de investigación, de reformulación de preguntas, de generador de contradicciones, ensalzador de espíritu critico y de participación social.

No solo se puede entender el arte como una formula industrial más, un negocio, otra oportunidad de mercado, donde lo que se prima es buscar, generar, tener ingresos.

También cabe entender y vivir el arte desde la implicación social, lejos de afanes lucrativos.

Vivir el arte como otra forma más de imaginar y proyectar otros futuros posibles, lejos de la guerra, el egoísmo, el racismo y la degradación humana.

El arte ARTivista interpela a la clase obrera, no solo como consumidores de los productos culturales, sino como potenciales creadoras y creadores. Que podamos vivir el arte. Podamos sanar el arte, sanándonos con él.

Trabajar menos para amARTE más.

 *Obrero y artista