Tierra Estella cuenta desde ayer con un nuevo hito en la oferta turística. Se trata de un nuevo hotel “con encanto” abierto en un espacio aledaño a la iglesia románica de Villamayor de Monjardín, una localidad desde hace varios siglos, vinculada a la ruta jacobea “queremos ser un puente entre el viajero y la riqueza del patrimonio y la historia de esta tierra”, aseguró Daniel del Villar. 

Un alojamiento muy especial de cuatro estrellas, de los que actualmente se denominan como ‘boutique’ “por su exclusividad y trato íntimo”, que ha sido levantado en una parte emblemática de la localidad a la sombra del milenario castillo de Deyo. Un edificio insertado sobre una vieja construcción local buscando las vistas de la localidad, Monjardín, además de los viñedos, olivares y campos de cereal de localidades vecinas como Igúzquiza, Azqueta, Luquin, Barbarin, Urbiola, y Olejua, así como otras tierras del valle de Santesteban. 

Empresa familiar

Una iniciativa de una empresa familiar que tendrá como directores a los hermanos Daniel y Angélica del Villar, que contarán también con el asesoramiento de sus padres Jaime y Lourdes. Una pequeña empresa turística que dará trabajo a alrededor de 12 personas, lo que dinamizará el panorama laboral de esta comarca de Tierra Estella, donde la amenaza de la despoblación es una realidad demasiado evidente en muchas de las localidades que la componen. 

“Se trata de una empresa familiar que ha apostado por esta idea turística y que tras tres años de obras tenemos muchas ganas de ponerla en marcha y saber si somos capaces de salga adelante”, aseguró Daniel. 

Entre las dotaciones, el recinto cuenta con varios servicios más o menos exclusivos como un spa habilitado en la parte baja del edificio, además de una piscina exterior, gimnasio y un aparcamiento privado.

El hotel rural acoge ocho habitaciones “seis de lujo, además de dos suite” que tendrán un precio de entre 200 y 300 euros “según las fases de la temporada”. 

Restaurante

Con todo, el restaurante Mirador de Deyo será uno de los servicios más ambiciosos de este proyecto ya que contará con el asesoramiento del chef navarro David Yárnoz y que además, estará dirigido y la directriz de Govinda Pérez de Ciriza, que hasta ahora había dirigido el restaurante Molino de Urdániz de Taiwán. Una apuesta por el fuego y la brasa, con incorporación al menú -que no se servirá ni miércoles ni jueves- de productos aportados por productores locales, “que cultivan verduras, hortalizas, flores y hierbas aromáticas con dedicación y criterio” aseguraron. Un espacio íntimo que apenas contará con espacio para 60 comensales.

Este nuevo espacio turístico de Tierra Estella se ofrece a “visitantes y peregrinos que valoren la tranquilidad, el paisaje y el patrimonio cultural de esta tierra”, finalizó Daniel del Villar.