‘Francomodín’
Francomodín, esa expresión tan oída últimamente y blanqueada en la opinión pública por las cloacas mediáticas a sueldo que difunden las ofensivas mentiras de la propaganda franquista. Una expresión que insulta y humilla a las víctimas del terrorismo franquista, el mayor que ha habido, y que insulta a aquellos que reconocen y realizan el merecido y mínimo homenaje a estos defensores de la democracia y el Estado de Derecho.
Esta expresión es una excusa más para seguir oponiéndose a los reconocimientos y homenajes como la ley DMD o el último del Congreso y seguir justificando y encubriendo a los asesinos terroristas de miles de ejecutados como a Miguel Ángel Blanco, de secuestrados como a Ortega Lara, de torturados, miles de mujeres violadas por los salvajes fascistas siguiendo las arengas del jefe terrorista Queipo de Llano, y tantos terroríficos crímenes. De miles de ancianos, mujeres y niños asesinados en cobardes bombardeos en ciudades, mercados o cuando huían desesperados de Málaga a Almería.
El barco desde donde les bombardearon tiene el ignominioso honor de dar nombre a una calle de Madrid que cambió Carmena, y después se lo volvió a poner el actual alcalde que acude a ongi etorris en apoyo a otro jefe terrorista. Este miserable y su piara también destruyó el memorial a los demócratas asesinados en Madrid como a Miguel Ángel Blanco, una de tantas vejaciones y ofensas a las víctimas del mayor terrorismo y de tantos encubrimientos de los mayores terroristas. Estos herederos, cómplices, encubridores, que insultan a los demás llamándoles terroristas, mientras apoyan y ensalzan el mayor terrorismo y condecoran a los genocidas, que ahora mismo, bombardean y asesinan a miles de ancianos, mujeres y niños demostrando lo que les importan las víctimas que no pueden usar políticamente en ese típico e inmenso puerco cinismo de esta piara de etarras franquistas de me gusta la fruta.