El Gobierno no debe ni puede tener el monopolio de la solidaridad. Es sano que la sociedad se conmueva, se active y se asocie para hacer frente a necesidades extraordinarias donde el Estado no llega. En una sociedad cada vez más enfrentada, me produce un atisbo de calma ver a personas preocuparse por otras. Una parte importante de esta labor es la concienciación, y como parte de esta se puede dar la denuncia de hechos que acontecen.

Pero esta gran labor, como todo en esta vida, tiene que tener unas normas básicas. Porque si no, es fácil entrar en el fin justifica los medios.

Pongamos una asociación ficticia llamada Pollo Moto que quiere ayudar a las personas migrantes. Y expongamos algunos dilemas éticos que se pueden encontrar.

Por querer ayudar reparten comida caducada.

Saben que con un informe médico les pueden atender en un albergue de personas sin hogar. Por ende, empiezan a orientar a las personas que acudan a urgencias (saturando así un sistema colapsado).

Como campaña de visibilización, utilizan el sensacionalismo, exageran, no contrastan o manipulan la realidad, llegando a utilizar a personas sin su consentimiento explícito para hacer estos artículos.

Falsean datos para que el sistema ayude a estas personas. Pero quizás no se han planteado que esto perjudica a las personas que lícitamente les corresponde. Además, esto hace que poco a poco se implanten sistemas de verificación que dificultan mucho a las personas y los procesos de solicitar ayudas.

Dar falsas esperanzas a las personas en unas situaciones muy complejas.

Con el fin de presionar al sistema, atacar a las personas que se dedican a esto y que han hecho de su solidaridad su profesión.

Estas son solamente algunas de las malas praxis que podría hacer esta asociación Pollo Moto, pero se podrían escribir muchas más.

Como veis, no solo por el hecho de tener buenos principios y querer ayudar, las acciones van a ser buenas.

Por suerte, en el tercer sector y en el asociacionismo la autocrítica es otro gran valor y se aprende mucho de los errores para construir cada vez una sociedad más justa, solidaria y amable con las personas.