Quién iba a pensar, paseando a mi perra, hace un mes, que hoy me encontraría en el Hospital. El Hospital, sin apellidos y con mayúscula, el público, recién subida a planta desde la unidad de cuidados intensivos. Y es que la enfermedad no perdona a nadie, es parte de la vida. Parece obvio pero no lo es y es por ello que no debemos olvidar, en el día a día, cuando estamos bien, qué importante es la sanidad pública. Porque la sanidad pública no hace distingos, trata a todas y a todos por igual, a mayores y a niñas, a ricos y a pobres, a los que nacieron aquí y a las que llegaron después.
Gracias a nuestros impuestos, este servicio, que requiere de muchísimos recursos económicos y personales, nos atiende como si fuéramos la única persona necesitada. Eskerrik asko a todas las médicas y médicos, enfermeros, celadoras y demás personal, por haberme tratado como si solo estuviera yo, sin reparar en tiempo, ni esfuerzo, ni gastos. Eta eskerrik asko nire ondoan dauden senitarteko eta lagun guztiei.
Para estar yo hoy aquí, y para que estéis todas y todos vosotros, seres queridos, necesitamos una sanidad pública de calidad. Y soy consciente de los problemas que tiene ahora mismo Osasunbidea, y de que hay personas esperando a ser atendidas y operadas durante meses. Por eso, aunque quiero dejar constancia de la sobresaliente calidad sanitaria y humana (si se puede separar) que yo he recibido, y agradecerlo y ponerlo en valor porque esta excelencia es, también, la sanidad pública, debo reivindicar más recursos técnicos y humanos, mayor inversión para garantizar que esto sea así siempre y para todas y todos.
Osasunbidea Nafarroako zerbitzu publiko erreferentziala izan da eta, izaten jarraituko badu, politikariek honen aldeko apostu irmoagoa beharko dute egin. Eskerrik asko a todo el personal del HUN/NOU.