A las 8.30 el médico de mi centro de salud me atendió por un trastorno puntual, que preocupó a mi entorno. Decidió mi traslado a urgencias del Hospital. Allí, en la misma mañana me atendió una médica e inmediatamente me hicieron radiografías, TAC, análisis de sangre, etcétera. Posteriormente, valoró los resultados y dedujo que mi estado no presentaba síntomas de alarma inmediata, pero tramitó una cita con un especialista. A las 13.30 me fui tranquilamente a casa. Muchas otras personas estaban siendo atendidas por el personal sanitario de medicina, enfermería, auxiliares, etcétera. Me pregunto cuánto me hubieran cobrado por esta atención en centros con ánimo de lucro.

En Navarra y en la mayoría de los territorios españoles, casi la mitad del electorado apoya a partidos que conducen al desmantelamiento progresivo de la sanidad pública, recortando su presupuesto. Una parte muy considerable de la juventud contribuye a este retroceso social. La posible causa es la efectividad de las campañas contra la ciencia y la justicia social que se difunden en las redes sociales y gana la opinión de millones de personas. No hay más que recordar, por ejemplo, el negacionismo del cambio climático o las patrañas contra las vacunas. Reaccionemos.

* Jubilado