¿Hay normas que sirven para una cosa y para la contraria? ¿La ley que permite eliminar a Víctor Eusa, arquitecto de prestigio, como titular de una calle, por franquista, te permite también mantener el Monumento a los Caídos (a los suyos), levantado (precisamente con Eusa como director de la obra) a mayor gloria del dictador, sin sonrojo ni mayores explicaciones?

Yo entiendo que los arquitectos se encampanen, porque en lo suyo será una referencia difícilmente sustituible y, además, quién pone los límites entre lo puramente técnico y lo ideológico a la hora de evaluar las habilidades profesionales de una persona (hoy mismo Vargas Llosa). Pero no se trata de argumentos y contraargumentos propios de una discusión, incluso política, sino de aplicar una misma norma en los dos casos. Si sirve para lo uno, no puede no servir para lo otro. Otra cosa es que se busquen subterfugios y se encuentren.

Si la decisión final, como parece, mantiene el mamotreto en pie, nadie va a impedir que las víctimas sigan viendo en él lo que es, pese a resignificaciones ingeniosas; un artefacto levantado a la mayor gloria del responsable de la muerte y tortura de sus familiares. ¿Cómo arreglamos esto?