“Cada día va creciendo, como un río que se desborda. Hay un montón de gente por todos los lados”. Más de 300 personas han completado este martes la séptima etapa de la marcha pro Palestina Ibaitik Itsasora, que llegará desde el río Ebro hasta el mar Cantábrico para reivindicar la legítima aspiración del pueblo palestino a la libertad, la igualdad y la justicia en su territorio histórico.

Txuri Ollo, de la organización de la marcha, ha explicado que “esta séptima etapa, consistente en 26 kilómetros entre Eltzaburu y Doneztebe, ha sido la más dura hasta ahora por la subida y por la bajada, pero han venido expertos en la montaña, de la Federación Navarra de Montaña, como José Ignacio Ariz y Koldo Altdaz, y también hemos invitado a los clubes de montaña. Han venido dos autobuses llenos y desde Eltzaburu hemos salido más de 300 personas. Al llegar a Doneztebe había muchísima gente. Este río va a llegar hasta el mar con mucho caudal”.

Desde el río hasta el mar

Bajo el lema Desde el río hasta el mar, y desde Tudela hasta Hendaia en once etapas, la marcha reivindica la legítima aspiración del pueblo palestino a la libertad, la igualdad y la justicia en su territorio histórico. El recorrido, que enlaza diferentes zonas, busca cumplir dos objetivos fundamentales: por un lado, visibilizar y activar la amplia red de apoyo a la causa palestina presente en pueblos y ciudades; por otro, denunciar a las empresas e instituciones que operan en la región y que colaboran, directa o indirectamente, con la ocupación y el genocidio sionista.

Entre los puntos señalados en esta denuncia figuran las Bardenas, donde se entrenan fuerzas aéreas de la OTAN en coordinación con Israel; las plantas de CAF en Castejón, Artica e Irun, implicadas en la construcción de líneas de tranvía en Jerusalén Este; la empresa MTorres, proveedora de tecnología al ejército israelí; Osasunbidea, que adquiere medicamentos a la farmacéutica israelí TEVA; la multinacional Zara, con presencia en Pamplona y acusada de invertir en la ocupación; y la cadena Carrefour, cuya gran superficie en Hendaia mantiene negocios en asentamientos ilegales.

La marcha también persigue estrechar lazos de solidaridad con pueblos palestinos, organizando en cada parada actividades culturales, musicales, poéticas y artísticas, además de charlas, proyecciones y cursos de danza Dabke.