Trátase de un espécimen no muy abundante en la península Ibérica, especialmente en un país llamado España o Estado español, su lenguaje puede variar según las zonas, bien sea País Vasco, Cataluña, Galicia u otras en las que el lenguaje tiene su acento característico.
Su dedicación es variada. Puede realizar trabajos de construcción, de comercio, también abunda en los servicios de limpieza y en innumerables ocupaciones, en todas ellas con características especiales, no enferma nunca y no se jubila hasta pasados los 65.
La Administración, que tiene por objetivo cuidar a los residentes en este país, se esmera en proteger a otro espécimen más numeroso como son los trabajadores por cuenta ajena, a los que reduce horas de trabajo, regala cursos de formación y apoya, especialmente cuando tienen algún conflicto con el autónomo, generalmente en perjuicio de éste.
Durante la pandemia que asoló a este país o estado hubo unas ayudas, cosa extremadamente rara, para los autónomos por los perjuicios que tal epidemia suponía en sus negocios, ya que estaban abocados al cierre o a la ruina.
Pero hete aquí que al cabo de varios años por lo visto el Estado se lo ha pensado mejor y les reclama a los autónomos esas ayudas por no cumplir requisitos que los propios autónomos en su desconocimiento habían tramitado a través de gestorías o mutuas. Son las propias mutuas, con absoluto desconocimiento de cuestiones fiscales, las que revisan estas ayudas y resuelven su improcedencia.
E insisto en desconocimiento de cuestiones tributarias o contables porque en muchos casos confunden facturación con gastos y no tienen en cuenta más gastos que los reflejados en las liquidaciones de IVA.
De esta forma el Estado vuelve a su habitual acoso y derribo al espécimen del que hablamos al principio y sigue negando el pan y la sal, como decían los antiguos romanos, a quien no se la merece aunque viva en una especie de semiesclavitud.
Supongo que es una especie a extinguir para promocionar otras cuales son asesores del gobierno, funcionarios de departamentos desconocidos por los ciudadanos o políticos varios con sus direcciones generales, secretarías subsecretarias y adjuntos. Ah, se ha descubierto que la conciliación familiar en los autónomos no existe.