Como vecina y visitante habitual del Señorío de Bertiz, cuyos paseos son un bálsamo para el alma, pues su especial sonido y la vegetación variada te acompañan llevándote en volandas.
Hace unas semanas me he fijado que se han producido varias talas de árboles varios, pero en concreto hay uno que hasta me ha dolido, sí.
Se trata de un precioso y octogenario frutal junto a la casa Goikoetxea, un caqui (Diospyros kaki) árbol injertado, cuyos frutos no presentaban semillas.
Dentro de mi ignorancia... puede que lo hayan confundido con el Diospyros lotus, que según tengo entendido, es especie invasora y se lo han llevado por delante así, tan fácil.
Me da mucha pena que los responsables de estos trámites no se aseguren de sus actos.
Especies ya centenarias, sanos y de cuya flora disfrutamos todos y se alimentan muchos animalicos del parque, un poco de cuidado por favor.
Y recuerdo que la fuente del kilómetro uno, única existente en todo el recorrido de Aizkolegi, lleva muchos años sin manar su rica agua... Ahí, ahí hay un trabajo a ejecutar.
Ahí lo dejo, por si llega a alguien del Gobierno de Navarra con competencia y ganas de cuidar nuestro Señorío de Bertiz.