Un convento de monjas de clausura que lleva abandonado hace unos años y desde entonces no tiene ningún mantenimiento. Cuando residen las monjas, casi dos meses al año, unos albañiles se encargaban de su mantenimiento. Es una constante que la Iglesia, propietaria de mucho patrimonio, mantenga su propiedad y sólo cede los edificios a los ayuntamientos o Príncipe de Viana cuando están en ruinas. 

En un pleno del ayuntamiento se acordó con la oposición del Consistorio que lo comprara el ayuntamiento, pero como siempre la propiedad pide mucho más dinero del que vale, ya que este convento será una ruina en pocos años. El equipo de Gobierno de UPN dijo que la alcaldesa quiere que lo compre el Gobierno de Navarra o el Gobierno de España.

Este edificio va a ser utilizado por el ayuntamiento como centro de día o lo que sea. En mi opinión tenía que ser una residencia de ancianos, ya que la ciudad y merindad, ante el envejecimiento de la población, es deficitaria ya que conseguir plaza en alguno de los centros de la ciudad es tarea imposible, personalmente me pasó a mí y tuvimos que ir a la residencia de Lodosa, donde había muchos ciudadanos estellicas y de la merindad: Allo, Dicastillo, Villatuerta, etcétera. Estuve muy agusto ya que desde la directora hasta el personal de limpieza eran gente encantadora. De todas formas, mi actitud siempre era positiva, estuvimos dos temporadas.

La residencia estaba bien gestionada, hacían muchas actividades y la comida la hacían en el propio centro. La gestiona el Grupo Mondragón, que también gestiona la de Andosilla y Mendavia.

Pienso que una vez decidida la compra por el ayuntamiento, aunque UPN no es partidaria de lo que huele a vasco, se podría gestionar con este grupo la posibilidad de su gestión, ya que en las residencias de Andosilla y Mendavia también había residentes de Estella y Merindad.

Solo planteo una idea y una posibilidad a estudiar, nada más. Por cierto, la residencia de Lodosa tenía unos jardines preciosos y unos alrededores que me recordaban a San Jerónimo.