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Convocatoria de empleo público para enfermería

Fotos de la OPE de Enfermería en la UPNA (01/06/2025)Unai Beroiz

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Todo el mundo sabe que estudiar una oposición es un proceso largo y difícil que requiere dedicación, esfuerzo y sacrificio. Días de descanso de la jornada laboral invertidos en estudiar y un importante gasto económico, tanto en academias de formación como en méritos para sumar puntos en el resultado final. Una entrega que parece tener sentido cuando llega la ansiada plaza de funcionaria. Una plaza que se supone que va a aportar estabilidad económica y personal.

No es este el caso de las enfermeras presentadas al último concurso-oposición deNavarra, cuyo examen se celebró el 1 de junio de 2025. Y es que, de las 248 plazas ofertadas, y desconocidas sus características hasta este pasado 12 de diciembre, 114 son a tiempo parcial. ¡Y no cualquier tiempo parcial!, ya que hay plazas con un 20% de jornada laboral, cuyo trabajo se desempeña únicamente los domingos tarde y con una remuneración acorde a dichas horas.

¿Qué sentido tiene dedicar años de estudio, dinero y sacrificio para obtener una plaza pública que no permite vivir de ella?

Estas son las condiciones reales, aunque, como es de esperar, a los diarios les mandarán titulares en los que se dirá que Navarra ha aumentado el número de profesionales sanitarios fijos cumpliendo con los objetivos europeos de estabilización de plantilla. Lo que no se contará es que esas profesionales tendrán que hacer malabares para sobrevivir.

¿Tendremos que completar las jornadas con el paro? ¿Podremos acogernos a él? ¿Nos veremos obligadas a buscar un segundo empleo en una empresa privada? ¿Y qué dicen los sindicatos de enfermería al respecto?

Con lo anteriormente expuesto, queda reflejado que sentimos una profunda rabia, indignación y frustración. Una vez más, el colectivo de enfermería se ve infravalorado por sus dirigentes. Unos dirigentes que se lavan las manos, “logran objetivos” y esconden realidades.

Es el momento de que escuchen nuestras demandas, miren más allá de los números y trabajen de forma honesta para mejorar las condiciones laborales de las profesionales de la salud.

Hay que cuidar al que cuida. Por una sanidad pública de calidad.

Firman este artículo: Rebeca Aramendía Etayo, Julia Arregui Eslava, Aitziber Irizibar Igea, Ines Escribano Mateo, Ane Fernández Bearan, Laura Fernández Palco, Maialen Morcillo Medrano, Paula Pérez de Mendiguren Monreal. Con el apoyo de 80 enfermeras más del SNS-O