Es triste y penoso ver cómo, tras meses de esfuerzo , lucha, y dejarse la energía y el sueldo en movilizaciones, los trabajadores del transporte comarcal Moventis, han sido manipulados y vendidos por un supuesto sindicato que decide por todos, sin votación, y poniendo a los trabajadores en la picota de tener que significarse ante la empresa firmando o no una adhesión a lo que ellos, como si fueran un Dios omnipotente, han decidido por y para todos.
Supuesto sindicato, porque la palabra les viene grande, pues no sé puede llamar así a quien no respeta la opinión de los que representa, que son los trabajadores. No es la primera vez que actúan así, ni será la última, bien conocido es ya su sistema en varias empresas. A no ser que los trabajadores les pongan en su sitio negándose a doblegarse ante sus triquiñuelas pro - empresa. Somos más poderosos de lo que creemos, máxime estando unidos.
Situaciones como la que se acaba de dar, a la vista de todos y publicado por todos los medios, deberían servir para abrir los ojos y , como trabajadores, quitar de en medio, por medio del voto y del “no me doblego” , a quien no nos representa y nos vende a la primera de cambio.
A ver cuándo aprendemos la lección...