EL otro día me quedé de una pieza cuando nuestra nena pequeña, de cinco añitos, se me acercó cabizbaja y me dijo "Ha sido un día fatal. El peor día de mi vida". Lo que me resultó realmente inquietante no fue el contenido del mensaje, porque al medio minuto ya estaba riendo y brincando, como siempre, sino la expresión en sí. ¿Dónde había podido oír algo tan Cursi, y en un castellano tan relamido? En los dibujos animados, claro.
Sin duda los dibujos son para los niños una parte importante de su vida y ya que los van a ver sí o sí, es responsabilidad de los mayores que esto les sirva para algo útil como ayudar al aprendizaje de idiomas, por ejemplo. En Finlandia lo tienen muy claro y por eso emiten los dibujos en inglés con subtítulos. Los jóvenes navarros que hoy en día tienen veintipico o treintaytantos y se criaron viendo Dragoi Bola o Shin Chan en euskera también lo saben muy bien y ven qué es lo que se les está negando a los niños y niñas euskaldunes de hoy.
La semana que viene en el Parlamento de Navarra se volverá a hablar de ETB. En el pleno se votará una moción presentada por Geroa Bai por la que se solicita a EITB la digitalización de la red analógica existente en la Comunidad Foral de forma que se mejore su captación. Los promotores aclaran que esta medida se aplicaría "de manera transitoria" hasta que se concrete "una solución definitiva" para la captación por TDT y que "no supondría dinero para el Gobierno de Navarra ni para los ciudadanos". Es más, el ente vasco lo podría asumir como inversión cultural y económica, digo yo.
En este culebrón ya hemos tenido un protocolo fantasma de colaboración entre el Gobierno Vasco y el navarro, un repetidor pirata de EA, que les costó 11.000 euros y una multa de 45.000 y varias mociones, propuestas y declaraciones parlamentarias favorables a la captación, arrinconadas en algún cajón. Por favor, dense prisa. Queremos a Hello Kitty en euskera, y la queremos ya.