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Qué, por qué, dónde, cuándo y cómo

Por más que le doy vueltas no consigo ver por qué algunos acusan de sectarismo al Gobierno Foral por su iniciativa de incorporar a los trabajadores de la Clínica Universitaria y sus familias al sistema público de salud. En definitivamente se les está considerando en igualdad de condiciones al resto de la población. Y además ahorrándonos dos millones de euros, según calcula el ejecutivo. Yo, por lo menos, no tenía ni idea de que existiese este convenio, como mucha gente imagino. Incluso hasta algunos de los propios implicados han comentado que pensaban que la CUN les atendía gratis por ser trabajadores o familiares. Pero no. Como bien ha explicado consejero Domínguez, el servicio se pagaba y se pagaba bien. Este último año, por ejemplo, 6,3 millones para la atención de 7.128 personas. Y otro dato concluyente es que dicho convenio, que terminó el 31 de diciembre, es improrrogable y punto. Me imagino que esto es a lo que se le llama hacer pedagogía desde las instituciones: explicar con datos y argumentos contundentes por qué se toman las decisiones y defenderlas hasta el final. Algo que echamos en falta en el departamento de Educación con los temas de la patada a Imanol Haranburu Karrera o la propuesta de la OPE. Si las cosas se explican bien y con la suficiente eficacia, los que se van a sentir ofendidos y se van a rasgar las vestiduras lo van a hacer igual, porque es su papel, pero la ciudadanía, en general, lo va a entender. El cambio no se debe quedar congelado por el miedo a las reacciones de los otros. Ya sabemos lo qué dirán, lo que hace falta es que el Gobierno sepa también qué es lo que va decir, por qué, dónde, cuándo y cómo.