Han pasado 5 días desde las elecciones del domingo, en las que Navarra Suma bajó del 38,1% de 2016 al 29,3%, y su líder, Esparza, aún no ha dicho una palabra de los resultados de Vox, un partido con el que en marzo aseguró que jamás pactaría. Vox sacó en Navarra la escalofriante cifra de 18.000 votos, un 4,83%, más porcentaje por ejemplo que el obtenido por el PPN o I-E en las pasadas forales. Vox se presenta a las forales en 20 días y la duda estriba en si ese 4,8% va a bajar o va a crecer. La lógica dice que debería crecer, en la medida en que en las generales sí que el voto a escaño -o voto útil- era a Navarra Suma ya que Vox era imposible que llegara al 13-14%, algo que en las forales no va a pasar. Los votos a Vox no van a ser votos que se queden al parecer sin premio -parlamentarios- e imagino que el plato combinao UPN-PPN-Cs está que se sube por las paredes. Nunca hemos tenido en Navarra un partido claramente de extrema derecha representado en el Parlamento Foral -digo claramente de extrema derecha-, con lo cual lo que esté para suceder es toda una novedad y un mordisco más que grande a los resultados electorales de la derecha ya conocida, mucho más si mantienes que “no vas” a pactar con ella tras las elecciones. Como eso es mucho creer viniendo de quien viene, la otra es suponer que si las cifras por sí solas no les dan a Navarra Suma y PSN el PSN no estaría dispuesto a tener nada que ver en ningún gobierno al que se llegase con la colaboración de un partido como Vox. Otra suposición, claro. Lo obvio es que aunque en generales y forales se vote distinto, la irrupción de Vox también en Navarra ha sido muy potente, con localidades como Cintruénigo y Tudela por encima del 10% -11 y 10,9%- e incluso algunas como Cizur Menor y Fitero cerca del 15% -13,3% y 14,3%-. Lo qué oiremos negado de aquí al 26 que será realidad tras ese día.