Lo contaba con su habitual maestría Fernando Chivite en su columna, eso que ha prometido Enrique Maya de que si le dan los votos y los apoyos y vuelve a ser alcalde de Pamplona va a poner más plazas de aparcamiento para coches en Pio XII, 66 en una primera fase y hasta llegar a las 140 en una segunda si le es posible. Comentaba Chivite que todas las ciudades europeas mínimamente avanzadas marchan en la dirección contraria, mientras que Maya quiere ir hacia atrás. Es bochornoso que las soluciones que se ofrecen a los comercios de la zona para que se compre sean plazas de aparcamiento. Despeatonalice Carlos III y todo lo demás, también, qué cojones. Estoy cerca de los 50 años, jamás he tenido carnet de conducir y jamás he tenido ningún problema para comprar a lo largo y ancho de toda la ciudad, de norte a sur y de este a oeste. Basta querer y organizarse y no pensar siempre y en todo momento en aparcar en la puerta de cada sitio que te interesa. De hecho, no tener coche también ha facilitado que mis visitas a los macrocentros comerciales de las afueras sean casi cero y que el 99% de las compras hayan sido en la propia ciudad. Las ciudades como espacios cada vez más hechos a imagen de las personas y no de los coches, con soluciones que sin colapsar no sean autopistas con islotes, son el reto de ya mismo, no del futuro. La contaminación de los coches mata a decenas de miles de personas al año en España y supone el 20% del dióxido de carbono que se manda a la atmósfera y el 40% del óxido de nitrógeno. Podemos estar hablando de unas 800.000 muertes anuales en Europa por la contaminación ambiental, casi un millón al año. Una contaminación que te jalas conduzcas o no, con el beneplácito de las administraciones y con la promesa de algunos de seguir campando alegremente para poder ir de puerta a puerta y de uno en uno en vehículos de 6 por 2 metros. Grotesco.