scuché a la consejera de Deporte razonar por qué en 2021 no hay una sola línea en el presupuesto de Navarra para una pista cubierta de atletismo. Fue una mezcla de vaselina vacua -que si el atletismo es un deporte que da muy buena imagen a los niños y niñas, que si especialmente para las niñas, bla, bla-, escapismo -la pandemia, la pandemia, la pandemia- y malas artes. Las malas artes consisten en que mencionó que también hay otros deportes que piden ayudas y que necesitan instalaciones -habló en concreto de tenis de mesa y rugby-, cuando una de las responsabilidades de una gestora es no poner a unos deportes en contraposición con otros, amén de que si nos ponemos a ver qué tiene el atletismo en comparación con otros y lo comparamos con qué da a nivel de resultados igual se nos caen los cojones al suelo. Esto no funciona así, en todo caso. El Parlamento de Navarra y el partido que la nombró a usted adquirieron el compromiso en diciembre de 2019 de incluir partidas para montar esta instalación. Esto es: están ustedes mintiendo y mintiéndose a sí mismos. Y, lo que es peor, envolviendo el tema en palabras huecas. Todos y cada uno de los que creemos que el deporte rey merece ya una instalación que ni el PSN del 84 al 91 ni UPN de 1991 a 2015 -que ya son años- ni el tripartito fueron capaces siquiera de analizar y sabemos qué ha pasado en 2020, pero también sabemos que hay cientos de partidas en todos los departamentos que sí han cabido. Por tanto, una partida que solo supusiera el estudio inicial o lo que fuera ofrecería algo de esperanza y significaría algo de ética política. Cualquiera entiende esto: no hay dinero este año. No hacen falta excusas, frases vacías y farfolla barata como la que soltó. O digan que no la harán jamás, porque también está el tenis de mesa, el rugby, el trial, el judo, la natación y 173 deportes más. No jueguen con la ilusión de la gente.