s de suponer que saben ustedes que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, y el alcalde de la capital de dicha comunidad, Almeida, comentan que no se sabe si andan a la greña por cuestiones de liderazgo político. De la misma manera, también es de suponer que ustedes, a nada que tengan orejas y ojos, se hayan enterado de que la susodicha Ayuso y el líder nacional del PP, Pablo Casado, están peleados por quítame allá unas listas regionales en las que no se ponen de acuerdo. La agenda informativa de los principales medios y digitales del país de 48 millones de habitantes acostumbra siempre a rociarnos vía aérea, terrestre y marítima a 41 de estos millones con las intrigas de los 6 y pico millones que viven en Madrid, queramos o no queramos, lo aborrezcamos o no o, lo que es más notorio, sea importante o no. Esto no es de hoy, esto viene de hace muchos años, incluso ya pasaba algo con Leguina y Gallardón, aunque alcanzó su primer punto culminante con Esperanza Aguirre y los chicos de Caiga quien Caiga, que la elevaron -imagino que sin pretenderlo- a la categoría de super estrella cuando era Ministra de Cultura y para cuando llegó a la presidencia de Madrid unos años después ya era poco menos que Tina Turner. Desde entonces, Madrid nos aplasta día tras otro, situación que con esta Ayuso se ha elevado ya a la categoría de losa. Si un día no es la pandemia al otro es las restricciones, las residencias, el PP o cualquier barbaridad que se le ponga por delante, puesto que ha hecho de las declaraciones estridentes su seña de identidad, al punto de haberse ganado con ello a buena parte de la hinchada de la derecha y postularse como suma lideresa de la cosa a nivel nacional. Pues de todo esto son ustedes perfectamente conscientes lo quieran o no lo quieran, así que ya me dirán dónde está la libertad esa de la que tanto habla la dichosa Ayuso.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
