e imaginas un Marcador Simultáneo DARDO como soporte informativo de la pandemia? (Solo me vas a entender si perteneces al Frente de No Juventudes) Viviríamos con menos estrés. Con información básica y certera. Segunda mitad del siglo XX: el fútbol de Primera División se jugaba el domingo por la tarde. A la misma hora. Quien acudía al campo y quería saber la marcha del resto de encuentros, usaba el transistor (radio portátil a pilas). Pero la mayoría del público alternaba la mirada entre el seguimiento del juego y una estructura metálica con marcas comerciales, símbolos y números. En el viejo San Juan, encima de Graderío Sur; los primeros años del Sadar, en un ángulo del fondo sur. DARDO (nombre de una empresa publicitaria) vino a ser coetáneo de Carrusel Deportivo, uno de los programas decanos de la radio deportiva española (1954-SER). La información brotaba casi en paralelo. Cada panel publicitario se correspondía con un partido de fútbol. Las claves de seguimiento se publicaban en prensa. Recorte al bolsillo. En los laterales, la firma patrocinadora. En el cuerpo central, carteles de parte en juego, descanso, final, señalización de penalti, expulsión. Y el resultado. Así se componía el puzle de la emoción. Sonaba el teléfono en una pequeña cabina y el operario salía a cambiar un cartel. De ese simple gesto, intuido más que visto desde las localidades, surgía un clamor que reclamaba la atención de los no enterados del cambio en ciernes. Más sonoro cuanto más interés suscitara el choque de referencia. Al final de la tarde, salíamos del recinto sabedores de todos los resultados de la jornada. Si no, en seguida voceaban la Goleada, hoja impresa con carácter de urgencia. Con eso era suficiente para alimentar nuestra necesidad de información. Después, ya sin prisa, las crónicas, los detalles y las polémicas. Así, media semana. Luego, a por la siguiente jornada. Sin información agobiante. Sin abrumar. Lo contrario del coronavirus.