omo mi compañera de asiento mantenía una conversación telefónica, casi un monólogo, sobre menús navideños y detallaba gustos, intolerancias y líneas rojas alimentarias de cada uno de sus familiares, no pude prestar mucha atención al diálogo que tenía lugar en el asiento de atrás y que me había interesado desde que escuché la frase anzuelo ¿y a ti te parece que eso es amor? ¡Venga, no me toques las narices!

Pillé algo sobre la compra de un anorak y un y no te lo pierdas, y aunque la escucha se revelaba imposible me quedé pensando en el amor.

Las ideas sobre el amor funcionan como una mopa. Me explico. Dejas el suelo a su aire durante un tiempo y cuando pasas la mopa recoges un aparente todo, pero es posible desenmarañarlo y distinguir pelos, zaborras y micropartículas que pueden datarse.

Las ideas sobre el amor también se suman. Las medias naranjas y la creencia en el único amor posible que nos completa y que nos legó Platón, la abnegación y el sacrificio cristianos, la fe en los rituales del amor cortés, el pensamiento imbecilizante de que el otro nos hace mejores personas (como si en solitario no pudiéramos tomar la decisión de dejar de fastidiar al prójimo) o la más contemporánea y difícil mezcla de pasión sostenida, estabilidad a prueba de bomba, compañía deliciosa y proyectos coincidentes que además pueden aderezarse con apertura sexual o poliamorosa se enredan y es imperativo sacudir la mopa con regularidad.

Al hacerlo caerán por su peso unas cuantas canciones que cantamos tan a gusto.

Concluyo que algo es amor, en cualquiera de sus escalas, que las hay, si facilita la vida. En todas las posibilidades de facilitación, que también son muchas y más vale. Un deseo para 2022, que les faciliten la vida. Mucho.