Muchos de nuestros mayores -abuelos, padres y tíos- cumplieron en su día 50 años de casados. Lo normal era, de no fallecer uno de los cónyuges por el camino, que los matrimonios de nuestro entorno celebraran las bodas de oro, incluso de diamante y platino. En la actualidad sigue sucediendo, no digo que no, pero sin duda en pocos años resultarán conmemoraciones menos comunes en tanto que las uniones se inician a edad más tardía y algunas de ellas fracasan. Sin ir más lejos, durante el pasado año, la Justicia en Navarra dictó 62 separaciones y 1.221 divorcios.

Pero hoy quiero hablar de quienes consiguen compartir gran parte de su vida con otra persona. Esta semana, se han reunido 115 matrimonios de nuestra comunidad que en 2019 celebran sus bodas de oro y la pregunta era obligada. El secreto para tan larga historia en común pasa por tener mucha paciencia, cariño y respeto hacia el otro, no darle excesivo valor a las cuestiones materiales, saber estar en los buenos y malos momentos y apostar por la comunicación y el entendimiento. Una de estas parejas destacaba el hecho de haberse sentido una sola persona. Todas estas verdades como puños, tan fáciles de entender como difíciles de aplicar en muchas ocasiones, se las grababa yo a fuego a ciertos dirigentes políticos.