I- bAILE DE BUSTOS Aderramán III ha saltado a la actualidad al mismo tiempo que, empujada por Vox, su cabeza lo ha hecho del pedestal en el que estaba tan tranquilo en un pueblo de Zaragoza. De pronto, todos nos hemos acordado de aquel califa omeya que hizo de Córdoba la capital de un mundo de artes refinadas, y frente a la grotesca actuación de la extrema derecha, nos hemos disfrazado de genealogistas (de barbecho) del pasado remoto. Bien está, si con ello comprendemos un poco más y mejor una historia cuyo relato ha sido ensombrecido por el sectarismo, los prejuicios y las ideologías de ocasión.

Lo cierto es que, fuera de las informaciones de la Wikipedia, tenemos una idea de lo más precaria de lo que fue Al-Andalus, de cómo y cuándo surgieron los demás reinos peninsulares, de cuáles son las herencias culturales que nos atañen a unos y a otros, de cuál la verdadera composición social y étnica de los territorios que darían en esta tierra de Caín o en un paraíso de pandereta rojigualda, eso a gustos, o a disgustos.

Abderramán III tenía orígenes vascones por su madre Onecca y por su tía, doña Toda de Pamplona, enterrada en el monasterio de Suso, junto a San Millán de la Cogolla una de las cunas de la lengua castellana. Tiempos brumosos aquellos, feroces sin duda, a los que se echa mano cuando y como conviene, y cuando no, se les deja dormir el sueño de la historia, que es pesado y no siempre tiene buen despertar.

Así las cosas, el concejal de Vox no ha demostrado con su gesto más que lo bruto que es. ¿Islamofobia o alarde de incultura? Es igual, de la misma guarida ideológica salen. Todo un aviso de la que nos espera con esta gente que, de una manera u otra, se ha encaramado a la vida política nacional. Las sorpresas las tenemos aseguradas. Digamos que estas burlas grotescas auguran siniestras veras. Lo de menos es el baile de bustos que se avecina.

II- CUESTIÓN DE NARICES No es fácil saber lo que le pasó por la cabeza al camorrista Rivera cuando dijo en público haber sido felicitado por el presidente francés Macron a causa del éxito de sus chanchullos poselectorales con la extrema derecha, encubiertos con mentiras ya a origen. Tal vez no le pasó nada por tener la sesera en blanco, que es cuando lo mismo que se dice una cosa, se dice otra.

El gobierno francés no tardó nada en salir al paso de la patraña para desmentirla de manera rotunda y dejar a Rivera no en mal lugar, sino donde estaba: en el podio de los embustes desde el que perora con una nariz hecha batuta. Un mentiroso compulsivo, otro, un hombre de la Tradición por tanto porque hace mucho que la mentira dejó en este país de tener importancia alguna, en la esfera pública y en los negocios privados. La escasa memoria social lo digiere todo.

Les importa un comino el ridículo, a él y a sus secuaces, por muy cualificados que estén, porque no lo desautorizan y con su silencio lacayuno lo avalan. Esas patrañas de Rivera no son un asunto privado, sino una amenaza pública porque es alguien que aspira a alzarse con el gobierno de una nación o a intervenir en él. Fundan a diario la impunidad: no responder de sus chapuzas. Es un misterio cómo se puede votar a alguien que miente con descaro, pero este es ya cuento viejo en este país. Es como si gustara, como si hubiera regodeo en aupar al más tramposo y en hacerlo emblema de clase. De lo contrario se entiende mal.

III- UNA DE BUSCAPIÉS No han llegado al gobierno y el lodo de la ciénaga les persigue. A Valls -un torero de vacas lecheras, según Michel Onfray- lo dejan colgado los de Rivera, y como no le ha salido bien la jugada municipal en Barcelona, se va todo digno a hacerles carantoñas a los del PSOE por ver que le den algo, claro, porque es mucho barullo el armado para nada. La prensa que le apoya le limpia el currículo de manera indecente y le da lustre a sus blasones de arribista sin recato. Por su parte, a Díaz Ayuso le ha estallado un buscapiés en forma de acusación de complicidad en un alzamiento de bienes descarado del que no responde, según el patriótico principio de aquí nadie responde de nada y todo es ir al arrebuche? y esto no ha hecho más que empezar.