Vísperas de elecciones
se van conociendo, con cuentagotas, algunos de los aspirantes a las alcaldías navarras el 24 de mayo, aunque da la impresión, es solo una impresión, de que los preparativos van esta vez más lentos que en anteriores comicios. De lo que se sabe hasta ahora, pocas sorpresas. En Pamplona buena parte del pescado está vendido y se conocen ya los candidatos de los cuatro partidos mayoritarios hasta esta legislatura: Enrique Maya (UPN), Itziar Gómez (Geroa Bai), Maite Esporrín (PSN) y Joseba Asiron (Bildu). Fuera de la capital, lo más llamativo hasta ahora es la retirada de los alcaldes de UPN de Tudela y Tafalla: Luis Casado, sustituido como cabeza de lista por Mariví Castillo, y Cristina Sota. Se van también alcaldes históricos como el socialista Gregorio Galilea (Viana) o el regionalista Jerónimo Gómez (Los Arcos), ambos parlamentarios y políticos de peso en las estructuras municipales de sus respectivos partidos.
Al otro lado del arco político, EH Bildu y Geroa Bai van presentando a algunos candidatos. De I-E poco se sabe, igual que de Podemos. De momento, asoman al escenario un puñado de candidaturas unitarias en localidades importantes como Tudela, Olite o Burlada, aunque todo parece indicar que las alianzas van a depender de lo que se cueza en cada pueblo. También se apuntan indicios de un cierto movimiento vecinal en torno a listas en principio independientes de todos los partidos. Es curioso el caso de Zizur Mayor, donde en unos días se han presentado dos. Pero también aquí es imposible aventurar si se trata de una excepción o si, efectivamente, el malestar ciudadano se va a concretar en un mayor número de candidatos a las municipales. En 2011 se presentaron más de seiscientas listas electorales que llevaban en sus filas a cerca de siete mil aspirantes. Será difícil superar esas cifras. Mientras tanto, la legislatura languidece con la mayoría de los ayuntamientos agotados económicamente. Realmente en esta precampaña va a haber poco que inaugurar.