El ángel exterminador amenaza a la industria del porno americano. En los dos últimos meses cinco actrices han sido encontradas muertas en extrañas circunstancias, cuatro en Estados Unidos y una en Canadá. La mayoría de ellas rozaba los veinte años. Lo que en principio parecía un hecho puntual, una fatalidad aderezada con unas gotas de morbo informativo, ha derivado en una especie de plaga bíblica -superada la pandemia de sida que causó estragos en la profesión- abierta ya a todo tipo de especulaciones. Consumo de sustancias, acoso en redes sociales, depresiones y malos tratos aparecen como detonantes de una tragedia que se ceba con las mujeres; la información hace hincapié en la biografía de las víctimas, pero no profundiza ni en las condiciones de trabajo ni en las exigencias a las que se ven sometidas en un mundo marcadamente masculino tanto en la toma de decisiones como en el consumo posterior.
Según cifras de 2016, esta industria mueve en España alrededor de 400 millones de euros al año; el montante del negocio en todo el planeta lo elevan algunos estudios hasta los 88.000 millones de euros, más de lo que generan las ligas de béisbol, baloncesto y fútbol americano. Una actriz española del género comentó que por cada escena que graba percibía 300 euros; en Estados Unidos, esa cifra se triplica. No estamos pues ante una actividad marginal sino ante un negocio muy lucrativo, pero también ante una enorme maquinaria de generar juguetes rotos (y basta con darse una vuelta por algunos programas de televisión para comprobarlo).
Un estudio de la Pink Cross Fundation, promovida por una exactriz para combatir los abusos y ayudar a las jóvenes de la industria, recoge en uno de sus informes que más de 200 mujeres han fallecido prematuramente por enfermedades venéreas, homicidios, suicidios y causas que se podían prevenir desde el 2014. En fin, que no es necesario desvelar, como ha hecho una estrella del porno, una relación con Donald Trump a espaldas de su esposa Melania para entender que esta es una profesión en la que la vida está en riesgo.